3 Posturas para estirar los isquiotibiales
3 Posturas para estirar los isquiotibiales
By: Gaia Staff | Nov. 12, 2014
Los isquiotibiales son un grupo muscular formado por el bíceps femoral, el semitendinoso y el semimembranoso, y están situados en la parte posterior del muslo. Su función es la de extender la cadera y flexionar la rodilla.
Es muy común escuchar a alguien que quiere empezar a practicar yoga, que lo hace para desarrollar su flexibilidad, sobre todo en la zona isquiotibial.
El acortamiento de los isquiotibiales está muy relacionado con patologías en articulaciones más allá de la cadera: lumbalgias, lumbociática, alteraciones de la cadera (artrosis, artritis o fractura en la cabeza del fémur), esguince de rodilla, rotura de ligamentos y acortamientos musculares por alteraciones en la postura (hiperlordosis, hipercifosis, escoliosis…)
También hay que tener en cuenta que el acortamiento se puede producir después de viajes largos, por la propia actividad física, bien realizando las tareas cotidianas, bien por el entrenamiento deportivo: una carrera, una clase de bici, etc.
La práctica de yoga es una excelente medicina para aflojar la parte posterior de las piernas. Hoy os ofrecemos tres magníficas posturas para ayudar a alargar y estirar profundamente los isquiotibiales, a liberar energía, a descongestionar las rodillas y las caderas, y a aliviar el dolor de espalda, evitando el riesgo de lesiones.
1-. ADHO MUKHA SVANASANA (Postura del perro mirando abajo)
Aquí tienes algunas claves que te ayudarán a realizar la postura con plenitud. Enraíza las manos en el suelo, ábrelas y establece una buena base; desde ahí no pierdas la sensación de “crecer con las caderas hacia arriba y hacia atrás”, como si los talones estuviesen buscando el suelo, no es necesario apoyarlos, pero es mantener esa sensación.
2-. JANU SIRSASANA (Postura de cabeza a rodilla)
Nos sentamos sobre una superficie lisa estirando las piernas hacia delante. Doblamos una de las piernas hacia dentro para formar un ángulo recto mientras mantenemos la otra recta y estirada contra el piso. Nos inclinamos hacia delante intentando tocar con la frente la rodilla de la pierna estirada a la vez que con las manos intentamos agarrar el pie.
Permanecemos entre 30 a 50 segundos.
3-. TRIKONASANA (Postura del triángulo abierto)
Siente como se enraízan tus plantas de los pies en el suelo y desde ahí percibe la activación de las piernas para que, una vez que entres en la postura, el estiramiento de los isquiotibiales sea intenso y profundo.
Puedes sostener el asana entre 30 y 50 segundos.
Si quieres practicar estas y otras posturas para desarrollar flexibilidad y elongación en tu cuerpo, en especial de las piernas, puedes hacerlo en esta práctica guiada por nuestra profesora Diana Naya. Únete a la comunidad Aomm.tv
Yoga en primavera
La primavera es época de renacer y resurgir. La naturaleza nos lo muestra en todo su esplendor; ella misma despierta del letargo invernal. La savia se mueve hacia arriba de nuevo para hacer despuntar la vida en sus brotes. Los pájaros anidan para criar a sus polluelos. Los ríos fluyen colmados de agua del deshielo. Si nos detenemos a observar seremos testigos de cómo la vida vuelve a nacer con energías renovadas.
En nosotros también ocurre el cambio, nuestro cuerpo despierta a la luz del sol después del largo invierno. Necesita movimiento para sacudirse el letargo. En primavera los parques se llenan de gente, desempolvamos las zapatillas de deporte y nos animamos a salir de nuevo a pasear, correr, montar en bicicleta… lo que sea con tal de salir al exterior y recibir los rayos y el calor del sol.
El yoga nos ayuda en esta transición entre estaciones si adecuamos nuestra práctica diaria a las necesidades que requiere nuestro cuerpo-mente.
Ahora deberemos buscar posturas que nos den calor y vitalidad. Es momento de crear una práctica estimulante que nos ayude a eliminar toxinas y activar el elemento fuego, relacionado con el plexo solar y la digestión y combustión de los alimentos.