Posturas de yoga: Natarajasana

Posturas de yoga: Natarajasana

Posturas de yoga: Natarajasana


By: Gaia Staff  |  Nov. 12, 2015

Esta hermosa y extremadamente difícil postura exige equilibrio y un alto grado de flexibilidad en la espalda, piernas y hombros. Pero no os desaniméis por la dificultad, y tomadlo como un reto que lograréis superar a base de constancia y práctica.

Está dedicada a Shiva el destructor, tercer dios de la trinidad hindú, que es el señor de la danza; de ahí, que también se la conozca como la postura del bailarín.

TÉCNICA

1-. Desde Tadasana (postura de la montaña) despegamos el pie derecho del suelo, llevamos la rodilla hacia atrás y doblamos la pierna derecha para que la planta del pie quede hacia arriba.

2-. Giramos los dedos del pie hacia fuera y, a continuación, estiramos la mano derecha hacia atrás, sujetando la cara interior del pie derecho.

3-. Rotamos el codo hacia fuera y arriba, para poder sujetar el dedo gordo derecho, mientras vamos acercando al mismo tiempo, el pie derecho hacia la parte posterior de la cabeza.

4-. Mantenemos la cadera derecha hacia abajo, intentando que el muslo derecho quede paralelo al suelo.

5-. Ahora podemos estirar ya el brazo izquierdo hacia delante, paralelo al suelo, con la palma hacia abajo y con Chin Mudra (puntas de dedos índice y pulgar unidos).

*Mantenemos unas 10 respiraciones o más, según nos sintamos ese día al practicar este asana. Cambiaremos de pierna para realizar el otro lado.

RECOMENDACIONES

Como comentamos al principio, esta postura es de suma dificultad, por lo que hemos de ser pacientes con nosotros mismos y permanecer atentos a las sensaciones corporales ante cada paso nuevo.

1-. La pierna de apoyo ha de mantenerse fuerte y recta, pero sin causar bloqueo en la rodilla.

2-. Para facilitar el equilibrio, podemos posar nuestra mirada (drishti) en el mudra de la mano estirada delante de nosotros.

3-. Hasta que logremos hacer la postura completa nos podemos servir de apoyos y soportes, como la pared o una silla.

BENEFICIOS

-Desarrolla una gran fuerza interior, creando una potente sensación de vigor y energía.

-Además, es una postura sumamente rejuvenecedora por la gran movilidad articular y flexibilidad muscular que requiere.

*CONTRAINDICACIONES: mucho cuidado para todas aquellas personas que sufran lesiones en rodillas, hombros o lumbares. A la mínima molestia deberá abandonar esta postura.

Si tenemos una práctica regular y consideramos que nuestro nivel físico es adecuado para empezar a poner en práctica esta desafiante postura, os recomendamos esta clase guiada por nuestra profesora Rina Jacubowicz “Soy Bella”,  Una práctica enfocada en mover el cuerpo en posturas fluidas y fuertes, a la vez que borramos los pensamientos negativos y de juicio sobre nosotros mismos, que tantas veces nos limitan. Natarajasana es una forma perfecta de ponerlo en práctica. Os esperamos en Aomm.tv



Anusara Yoga: un sistema íntegro e inspirador

Este artículo escrito por nuestra profesora Gisela Vázquez sobre Anusara Yoga, esta dentro de la colaboración que Aomm.tv realiza mensualmente con la revista Yoga Journal.

El sistema original y clásico de Anusara Yoga, el sistema que enseñaba su fundador, es un sistema profundamente inspirador y lleno de filosofía, en el que cada asana se realiza no como un fin en sí misma, la ejecución de asanas no se realiza con un objetivo físico, sino como un medio, y la práctica de asanas es una práctica espiritual de principio a fin. Es el gran reto y a la vez el gran regalo que tiene el sistema cuando se enseña con integridad. Una clase de Anusara ha de otorgar una profunda sensación de bienestar y evolución interior a través de las posturas de yoga, usándolas como instrumentos nunca como objetivo. Esto es lo más difícil de conseguir, enseñar asanas de forma inspiradora y no quedarnos solo en lo físico, que hoy en día está tan extendido y ha desvirtuado la enseñanza de Yoga por doquier.

Cuidar el alineamiento es importante y es un trabajo interior profundo, porque es lo que cambia nuestra postura y percepción interior de las cosas, el alineamiento correcto hace que los músculos se protejan entre sí y protejan y den integridad a las articulaciones; cuando esto sucede, el cuerpo se abre más fácilmente y las posturas se realizan mejor, sin forzar y sin crear tendencias perjudiciales.

Abrirse a la Gracia es el primer principio de los cinco Principios Universales de Alineamiento de Anusara Yoga, la Gracia es el poder revelador o la fuerza inherente a la vida que revela nuestra naturaleza divina, revela la esencia sagrada de la existencia y de todo lo que acontece en ella.

Cada vez que recibimos entendimiento o comprendemos una situación viendo las enseñanzas más profundas que contiene o simplemente aceptando que son perfectas y que nutren a nuestra alma de la mejor manera posible, aquí nos estamos abriendo a la Gracia. La Gracia está siempre ahí, somos nosotros los que en este viaje que es la vida tenemos la oportunidad de hacer un cambio interno para percibirla y apreciarla.

Así que abrirse a la Gracia conlleva una alquimia de transformación interior profunda es un cambio de perspectiva y apertura a lo divino, y por lo tanto requiere que dejemos atrás hábitos automáticos y cambiemos.

En el primer principio  de Anusara Yoga trabajamos como alineamiento principal: la base. La base refleja nuestra intención en la práctica, son nuestros cimientos espirituales, refleja nuestros motivos para practicar, las creencias en las que nos enraizamos, trabaja la confianza en la Gracia, la que nos sostiene en la vida, nos da siempre apoyo y soporte en nuestro crecimiento, incluso cuando creemos perder algo que necesitamos o cuando aquello en lo que basamos nuestra felicidad en el exterior falta.

Este significado es inherente a algunas de las palabras que en sánscrito más se usan para referirse a la Gracia:
Dayaa: Regalo, don
Kripa: Bendición, clemencia
Anugraha: Favor, amabilidad, revelación
Prasaada: Ofrenda, favor

Qué detalles de alineamiento se trabajan con el primer principio:

1º Alineamos bien la Base. Cualquier parte del cuerpo que toca el suelo. Colocamos bien las manos en el suelo, en el perro boca abajo, por ejemplo: buscamos que la línea de las muñecas esté paralela a la línea frontal de la esterilla, imaginamos que hay un dedo más entre el pulgar y el índice de cada mano, y esos dedos imaginarios que apunten al frente y estén paralelos entre sí, los hombros se abren en vez de cerrarse, quedando la articulación más protegida; mantenemos el centro de la muñeca en línea con la parte externa del hombro (deltoides externo) para que la base sea sólida y los omóplatos se junten, ablandando así el corazón.

Cuando los pies tocan el suelo debe de haber una distancia amplia y estable. Colocamos los pies con la piel extendida y alineamos el talón del pie de delante con el arco del pie de atrás, enraizamos la base de forma pasiva y soltamos el peso haciendo que la base descienda hacia la tierra, trabajando así el primer principio, soltando el cuerpo para confiar en el soporte de la vida, de la tierra y del cuerpo.

2º Hacemos el cuerpo interior brillante y el cuerpo exterior suave. Respirar, aprender a soltar y suavizarnos internamente en la práctica, es parte del primer principio. No hacemos la práctica solos, está la fuerza que hay detrás de la respiración dándonos soporte.

Hacemos una gran inhalación y extendemos los costados desde la cintura hacia las axilas haciendo que el cuerpo interior brille, que la caja torácica se eleve, creando espacio entre las costillas y las axilas para que se amplíe la respiración, tanto por delante como por detrás de la caja torácica, colocando los omóplatos planos en la espalda (y no hacia afuera con el corazón hundido), derritiendo o suavizando el corazón; las clavículas giran hacia el interior del cuerpo desapareciendo y los hombros se elevan suavemente sin encoger el cuello. Esto hace que sostengamos nuestra luz interior además de mejorar el flujo respiratorio, de prana o energía vital.

3º Hacemos la práctica desde la parte posterior del cuerpo, sin cerrarla. A veces abrimos en exceso la parte frontal del cuerpo y debemos trabajar el alineamiento de la cabeza y la pelvis con los tobillos para que estén en una sola línea. Si contraemos demasiado la musculatura posterior del cuerpo empujamos la pelvis al frente en exceso y los flexores de la cadera y el psoas se tensan (pudiendo producir un desequilibrio en el cuerpo, agitación mental y a veces problemas de digestión, eliminación o tensión en el diafragma).

4º Llenamos la región de los riñones. Llevamos los lados de la cintura hacia atrás para que la parte baja de la caja torácica no se desplace hacia adelante, fuera del alineamiento del eje central del cuerpo. Cuando hay un exceso de curva lumbar o la caja torácica se desplaza demasiado al frente, las glándulas suprarrenales (que regulan el estrés y algunas hormonas importantes del cuerpo) se estimulan constantemente, a veces en exceso, a veces en defecto. La región lumbar ha de mantener su curva natural, sin exagerarla, elongándola en las posturas, acción que nos conduce a una mayor humildad y recogimiento, además de cuidar el alineamiento de la espalda baja y la caja torácica.

Abrirse a la Gracia siempre antes de cualquier esfuerzo, respirar y soltar cualquier tensión. Recordemos la gran fuerza que sostiene la vida, no estamos solos, el poder que sostiene la vida nos ha creado con amor, para que aportemos de forma única la belleza de nuestra alma al mundo.

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