La práctica del Yin Yoga
La práctica del Yin Yoga
Por: Gloria Godínez | Apr. 10, 2013
El cuerpo también participa de estos elementos yin y yang. El yang corresponde a los músculos, tendones y a su movimiento. El yin corresponde a los huesos, ligamentos y a la quietud.
En el Yin Yoga las posturas son relativamente sencillas y se concentran en la apertura de cadera y pelvis, así como en el estiramiento de rodillas y columna. En una práctica yin se trabaja a nivel profundo anatómicamente hablando, es decir, que por medio de la relajación y el uso natural de la fuerza de gravedad del propio cuerpo, se llega a la máxima apertura ósea en cada postura.
Entre los beneficios que aporta el Yin Yoga, están la regeneración del tejido conectivo, la apertura de articulaciones, así como la alineación y el ajuste de nuestra estructura ósea. Con los largos períodos de tiempo que empleamos para cada postura reducimos ansiedad, tensión y estrés.
Hay quienes sostienen que la práctica yin no es un nuevo estilo sino un retorno al Yoga como meditación, como unión. En cualquier caso, para realizar una práctica de Yin Yoga hace falta una actitud yin: meditativa, pasiva y de observación. Intenta observarte como alguien ajeno, observar al cuerpo es escuchar, es no juzgar.
Gloria Godínez es profesora de yoga en Gaia.
AHIMSA - Descubriendo el camino del amor
La palabra sánscrita Himsa significa daño. El ser humano es experto en esta práctica tanto a nivel global como particular; no hay más que ver los efectos que nuestro egoísta modo vida está causando en el medio ambiente, los constantes conflictos bélicos entre países, las dificultades que tenemos a la hora de aceptar lo que es diferente, al comunicarnos y lo mal que nos tratamos a nosotros mismos en muchos aspectos.
La luz y la oscuridad forman parte de la naturaleza de todas las cosas. Un elemento sin el otro no puede existir, porque el contrario da sentido y potencia esas cualidades. Me gusta pensar que nuestra sombra o lado oscuro es lo que nos da perspectiva a la hora de brillar con intensidad.
La otra cara de Himsa es Ahimsa, “la no violencia”. Este término filosófico se enmarca en tradiciones religiosas como el Hinduismo, el Jainismo y el Budismo, promoviendo una actitud de respeto hacia la vida humana, animal y vegetal desde una convivencia pacífica, amable y armoniosa.
El gran reto comienza cultivando ese espíritu primero en ti para sembrarlo después en tu entorno. Porque una cosa que está clara, si el cambio no se produce en tu interior como semilla, difícilmente podrás lograr un cambio a tu alrededor.