¿Por qué nuestra respiración es tan importante?

¿Por qué nuestra respiración es tan importante?
Por: Gaia | Jun. 25, 2013
Respirar es vivir. Y respirar bien es vivir mejor. “Pero, si yo ya respiro”, se dirán algunos…
Afortunadamente, el organismo humano está maravillosamente diseñado para que todo funcione sin que nosotros tengamos que ocuparnos de ello. También por fortuna, la respiración puede ser un acto tanto automático como volitivo. Podemos estar enfrascados en cualquier actividad del tipo que sea, con los cinco sentidos, totalmente absortos en lo que hacemos, y podemos sentirnos tranquilos porque nuestro corazón no va a dejar de latir, ni los pulmones van a dejar de respirar. Nuestro cuerpo se encarga de hacer el trabajo duro, nos mantiene con vida. Pero también podemos tomarnos unos minutos, dejar lo que estamos haciendo, estirar la espalda, y deliberadamente, respirar profundamente, sintiendo cómo el aire entra en nuestro cuerpo y el pecho y abdomen se expanden. Automáticamente y como por arte de magia, las tensiones y preocupaciones desaparecen.
Cuando nacemos, durante un breve espacio de tiempo, unos pocos minutos, el bebe continúa recibiendo el oxígeno que necesita de su madre a través del cordón umbilical; pero después de este tiempo, el cordón deja de latir, se atrofia y se corta la comunicación materno-filial por esa vía, y es el momento en que los pulmones se expanden y el nuevo ser toma su primera bocanada de aire de manera autónoma. Comienza a respirar, y ya no parará nunca, hasta el día de su muerte. Dependiendo del modo en que respire, variará su calidad de vida, su salud e incluso su estado anímico o emocional. ¿Tan importante es el acto respiratorio en nuestra vida? En efecto, la respiración es vital y el oxígeno es vital. Podemos sobrevivir sin ingerir alimento sólido durante semanas, podemos prescindir de líquido incluso durante días, pero sin oxígeno moriríamos en pocos minutos.
¿Qué sucede cuando respiramos? Cuando hablamos de la respiración, solemos pensar en los pulmones, pero para ser justos, deberíamos acordarnos de nuestro diafragma y darle la importancia que merece. El diafragma es un gran músculo que se asemeja a una cúpula o un paracaídas, y que divide el tronco en dos. Por debajo de él se encuentran el hígado, el estómago, el bazo y el páncreas. Sobre él se apoyan los pulmones y el corazón, encerrados en la caja torácica que les sirve de protección. El diafragma es, junto con el corazón, uno de los músculos más poderosos y activos del cuerpo, y también uno de os más importantes, ya que sin él, no podríamos respirar. Los pulmones por sí solos, no bastan. Cuando inhalamos el diafragma desciende, se aplana, como si del émbolo de una jeringuilla se tratara. Este descenso provoca la aspiración o succión del aire hacia los pulmones. Con la exhalación, el movimiento del diafragma es el contrario, hacia arriba, lo que hace expulsar el aire viciado. Pero cuando respiramos, no solamente aspiramos aire en los pulmones, también bombeamos sangre a los tejidos de todo el cuerpo. Cuando el diafragma desciende, la vena cava inferior impulsa sangre cargada de CO2 hacia los pulmones, donde se realizan os intercambios gaseosos (el oxígeno pasa a la sangre y el dióxido de carbono es recogido por los alvéolos pulmonares para expulsarlo del cuerpo con la exhalación). El corazón se encarga de impulsar la sangre cargada de oxígeno al resto del cuerpo, mientras que los pulmones aspiran la sangre venosa. La circulación sanguínea depende del correcto y complementario funcionamiento de estas dos bombas motoras.
Está demostrado que para que se produzca un intercambio gaseoso óptimo es necesario que el aire permanezca entre 10 y 20 segundos en os alvéolos pulmonares, de ahí la importancia que otorga el Yoga a la respiración lenta y la retención con los pulmones llenos. La exhalación y retención con los pulmones vacíos también son importantes. El único momento en que el diafragma se encuentra en estado de reposo es al término de la exhalación. Por otro lado, una espiración completa es condición indispensable para que entre gran cantidad de aire limpio en los pulmones. Para llenar un recipiente, este debe ser previamente vaciado. Además de su papel principal en la circulación, el diafragma, con su movimiento de vaivén en la caja torácica produce un masaje rítmico en los órganos abdominales, estimula el peristaltismo intestinal, facilita la digestión, combate el estreñimiento y favorece la eliminación de gases en el tubo digestivo.
Reaprendamos entonces a respirar correctamente para recuperar la salud y el equilibrio en nuestras vidas.
Si quieres mejorar tu respiración y hacerla consciente, entra en Gaia y disfruta de nuestras prácticas de Pranayama .
Por Cristina Herrrero, profesora de Gaia.
La importancia de una buena esterilla de yoga
La esterilla o Mat de yoga, su nombre en inglés, es la herramienta principal que requieres para favorecer una práctica plena, agradable y segura. Cuando no se conoce la materia es fácil caer en el pensamiento de que cualquier antideslizante servirá y esto puede ser un verdadero desacierto. Aspectos como el grosor y la textura marcan la diferencia con respecto a otras colchonetas empleadas en el ejercicio físico pero, además de sus cualidades técnicas, es mucho más que un simple utensilio funcional.
No hay nada más simbólico en la práctica contemporánea del yoga que el mat en sí. Tu experiencia sobre la esterilla es una metáfora de tu aprendizaje en la vida representada como un espacio personal, íntimo y único donde se escenifican las vivencias mentales y emocionales a través de la oportunidad que la práctica ofrece de deshacer la tensión, el estrés, y caos que envuelve nuestra existencia humana. La esterilla te invita a estar en “ el ahora” sin importar los sucesos pasados, o lo que ocurrirá después, sobre ella solo sucede el momento presente en el que estás tú, con tu respiración, tu ritmo, tus límites y tu intención.
Los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de escoger una esterilla de yoga son:
Tamaño – grosor – tracción
Tamaño
La esterilla estándar mide entre 60 cm de ancho por 173cm de largo , hay un margen mínimo de variación según la marca. Aunque pueda parecer pequeña y estrecha lo cierto es que no se necesita mucho más espacio, la práctica de yoga también está vinculada con el contacto con la tierra y es interesante explorar el movimiento en este marco.
Grosor
La comodidad de un mat es fundamental. Sentir el suelo duro y frío es desagradable, así que por un lado debe ser aislante y por otro tener un grosor que brinde apoyos amables en las distintas posturas.
Los hay de 2, 4 y 6 milímetros, dependerá de tus gustos y la sensibilidad a la dureza que tengas. Hay personas que prefieren esterillas muy finas porque son más estables; yo por ejemplo me inclino a la de 6 mm porque el contacto de rodillas o codos con el suelo me resulta molesto cuando hay poca densidad, sin embargo, ese grosor suele parecerme inestable en ciertos equilibrios y prefiero hacerlos directamente fuera de ella para tener una base más firme.
Dependiendo del material será más ligera o pesada, valora en función de tu estilo de vida si ésto será molesto a la hora de desplazarte con ella, o si merece la pena. Hay quien practica siempre en casa por lo que el peso no es un problema; en los estudios de yoga suelen dar lo opción de dejarla allí para mayor comodidad. Si eres una persona que viaja mucho te conviene un modelo más ligero y adaptable para no añadir más carga a la maleta.
Tracción
Resbalar en una esterilla de mala calidad es un clásico y, lejos de ayudar, dificulta la ejecución de asanas. La tracción está relacionada también con la seguridad, cuanto más estable es el material más seguro te sentirás a la hora de avanzar en las posturas.
Mi recomendación es que pruebes el mat antes de comprarlo. Hay texturas muy diferentes, cerciórate de que tus manos no se resbalan y tienes buena adherencia. Algunas personas sudan mucho en pies y manos, si es tu caso consulta en la tienda, hay materiales pensados para compensar ese problema.
Si tienes en cuenta estas recomendaciones podrás adquirir una esterilla buena, duradera y que hará de tu práctica una experiencia muy gratificante. Que el bolsillo no te frene, el precio medio de un mat de calidad oscila entre los 40 y los 80 euros, dinero que vale la pena invertir, porque rentabilizarás la compra con creces.
Por último, te animo a hacerte con una esterilla de materiales ecológicos. Ser respetuosos con el medio ambiente sintoniza con la filosofía del yoga y es un gesto de conciencia.
¡Feliz compra! Namaste.